La profesión docente es una tarea apasionante y gratificante, pero también en muchas ocasiones puede ser exigente y desgastante. Sabemos que los educadores a menudo se pueden enfrentar a altos niveles de estrés y agotamiento debido a diferentes factores, por ejemplo, las expectativas de los estudiantes, la demanda administrativa, periodos de evaluación e incluso con el uso de tecnologías podría existir alguna frustración en el entendimiento de las nuevas herramientas.
Es por ello, que nos hemos dado a la tarea de sugerir una lista de estrategias para prevenir y gestionar estos desafíos emocionales.
1. Establecer límites y prioridades: Organizar tus actividades es esencial así como priorizar aquellas que tienen mayor importancia, de lo contrario podrías estar dedicando tiempo y energía a actividades sin tanta relevancia. De igual manera, descartar ciertas actividades ayuda a reducir la sensación de abrumó.
2. Practicar el autocuidado: Si, este punto puede que ya lo hayas escuchado antes, sin embargo, muchas veces posponemos actividades de autocuidado por terminar las actividades profesionales, pero, ¿te ha pasado que te sientas a hacer esas actividades y no te concentras? ¿pasan horas e incluso días y no las terminas? Es por ello, que sugerimos que reserves tiempo para descansar, relajarte y participar en actividades que disfrutes, como el ejercicio regular, tiempo de calidad con amigos y familiares, hobbies, etc.
3. Apoyo entre colegas: ¿Te has puesto a pensar que posiblemente otro docente se encuentre en la misma situación que tu? Así es, teniendo en cuenta esto es importante que consideres el compartir experiencias, preocupaciones y soluciones con tus colegas ya que esto puede ayudar a aliviar el estrés y brindar perspectivas diferentes, y no solo de tu círculo cercano, hoy en día existen grupos de apoyo e intereses donde podrás conectar con docentes de todo el mundo.
4.Establecer expectativas realistas: Cada ciclo escolar que inicia es todo un reto, recuerda que cada estudiante es único y tiene su propio ritmo de aprendizaje, no siempre las actividades mapeadas para llevar a cabo las clases tendrán los mismos resultados, entonces, tener expectativas realistas para uno mismo y los estudiantes te ayudará a innovar en tus clases.
El agotamiento y el estrés en el ámbito educativo pueden tener un impacto negativo tanto en los educadores como en los estudiantes. Al implementar estrategias para prevenir y gestionar estos desafíos, los docentes pueden mantenerse motivados, saludables y eficaces en su trabajo